Parte 2.
En un lugar apartado y tranquilo, no muy lejos del IES Joaquín Sama, nuestra primer refugio artificial lleva años dando cobijo a ciertos inquilinos. Hace apenas dos meses, hemos instalado una cámara para ver qué ocurre dentro. Todo el suelo está cubierto con los restos que dejan cuando se alimentan de sus presas. Al principio, la cámara les creó cierta desconfianza,pero sto no ha hecho más que empezar, permanezcan atentos a sus monitores.